OANDA utiliza cookies para hacer nuestros sitios web fáciles de usar y personalizados para nuestros visitantes. Las cookies no se pueden utilizar para identificarle a usted personalmente. Al visitar nuestro sitio web, usted acepta el uso de cookies por parte de OANDA de acuerdo a nuestra política de privacidad. Para bloquear, eliminar o gestionar cookies, por favor visite nuestra página web. Restringir las cookies puede evitar que se beneficie de alguna funcionalidad de nuestro sitio web.
OANDA está conectada por medios digitales a numerosas entidades bancarias de todo el mundo a fin de tener acceso a los mejores tipos de cambio de divisas extrajeras y ofrecérselos a sus clientes; además, los algoritmos electrónicos de los servidores de fxTrade de OANDA actualizan los tipos del Forex a golpe de reloj, en períodos inferiores a un segundo. Los tipos de divisas que se presentan en esta página se actualizan con menor frecuencia, pero no por ello dejan de reflejar con un alto nivel de precisión los tipos que se encuentran disponibles para los comerciantes del Forex en estos mismos momentos.
La libra es la moneda más antigua del mundo que todavía se encuentra en uso, y fue la divisa internacional de facto hasta la Segunda Guerra Mundial.
La economía de Gran Bretaña (parte del Reino Unido) es la tercera mayor de Europa, por detrás de Alemania y Francia.
Es famosa la frase de Napoleón, quien se refirió al Reino Unido como «nación de comerciantes»; y, en efecto, la banca, las aseguradoras y el sector empresarial siguen representando un amplio porcentaje del PIB británico.
El dólar de Nueva Zelanda (también llamado en inglés «kiwi») sustituyó a la libra neozelandesa en 1967.
En las últimas dos décadas, Nueva Zelanda ha pasado de ser una economía agraria a constituir una economía de libre mercado industrializada y competitiva a escala mundial;
entre sus exportaciones se encuentran los productos lácteos, la carne, la madera y los productos madereros, el pescado y la maquinaria.
El dólar neozelandés se halla entre las diez divisas más empleadas en las transacciones financieras.
Su capital está en riesgo. Las pérdidas pueden ser superiores al capital invertido. Operar con apalancamiento conlleva un alto nivel de riesgo y no es para todo el mundo.